Bed and Breakfast Les cabanons de Mémé Jeannette
Servicios principales
-
Wi-Fi gratis
-
Entrada/Salida exprés
-
Playa privada
-
Actividades
-
Spa y relajación
-
Comida/Bebida
-
Salas de reuniones
-
Agradable para niños
-
Aire acondicionado
-
Mascotas
Ubicación
Situado a 10 minutos en coche del Jardín mediterráneo de Mas de la Serre, el hotel Les cabanons de Mémé Jeannette Bed and Breakfast Port Vendres cuenta con parque acuático y jardín.
Situado a 3 km de distancia de atracciones familiares como Biodiversarium de Banyuls sur Mer, el hotel se encuentra a unos 25 minutos a pie del centro de Port Vendres. El bed and breakfast se halla aproximadamente a 25 minutos andando del Fuerte San Telmo. La experiencia cultural cercana incluye el Museo de Colliure, que está a 3 km de distancia. La parada de autobús los Paulilles Parking, que ofrece un enlace directo con las atracciones y los principales lugares de la ciudad, está relativamente cerca de esta propiedad. El Les cabanons de Mémé Jeannette Bed and Breakfast en Port Vendres está a 45 km del Aeropuerto Perpiñán-Rivesaltes.
El Les cabanons de Mémé Jeannette Bed and Breakfast dispone de habitaciones con un patio y un vestidor, así como ventanas insonorizadas para tu comodidad. Las habitaciones, amuebladas con sofá, también disponen de minibar y servicio de tetera/cafetera. En las habitaciones encontrarás almohadas no alergénicas, almohadas blandas o duras antialérgicas y almohadas hipoalérgicas. Los cuartos de baño cuentan con bidé, ducha a ras de suelo y un inodoro separado de la ducha, además de secadores de pelo y toallas de baño. Algunas habitaciones tienen vistas al jardín.
Reseña de un crítico de hotel
Tuve el placer de alojarme en Les Cabanons de Mémé Jeannette durante un fin de semana de escape con amigos, y debo decir que fue una experiencia maravillosa. La villa número 4 nos brindó vistas espectaculares que complementaban perfectamente el entorno idílico de Port-Vendres, ideal para desconectar. La limpieza y el confort de la habitación fueron excepcionales, con una cama tan cómoda que nos hizo sentir como en casa. El desayuno, servido de manera generosa, fue una verdadera sorpresa; disfrutamos de una baguette fresca, exquisitas viennoiseries y un zumo que complementó nuestra mañana. Además, el acceso al jardín y las opciones de senderismo y ciclismo en las cercanías nos permitieron explorar la belleza natural de la zona. Sin duda, este lugar es un rincón que recomendaría a cualquier amante de la gastronomía y la tranquilidad. ¡Volveremos!